miércoles, 30 de mayo de 2012

Ley de Femicidios

Siguen creyendo que las leyes evitan los problemas sociales y económicos de un territorio y ésta ultima jugada contra la violencia de genero es un ejemplo, al igual que el cierre de grados en las escuelas superpuesto con la apertura de nuevas comisarías o la instalación compulsiva de cámaras de seguridad en el ámbito público. Ésta ley no es un escalón de una larga escalera sino un ladrillo mas en un gran muro que cubre los errores de ésta sociedad injusta. El único ataque a la violencia es la educación, no las leyes impuestas.

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l hecho de que haya una ley contra los homicidios perpetrados por causas machistas, no implica que deje de haber violencia en el ámbito domestico tanto a mujeres como a niños por parte de agresores de tendencia patriarcal. Todas las leyes que se dictan en el mundo, no se relacionan con la causa sino con la consecuencia de los hechos. En éste caso en especial, la victima de la violencia no es considerada victima hasta que está muerta. Por otro lado, es de publico conocimiento que los números gratuitos para denunciar violencia domestica (137) o violencia infantil (102) no sirven para nada, ya que lo único que hacen es llegar al domicilio y preguntar a la supuesta victima si esta todo bien, si es que los dejan entrar en los edificios u hoteles o les abren la puerta en las casas. A su vez, la denuncia en la comisaría solo genera mas violencia en lo domestico por represión a la actitud de la victima, ya que la única que puede denunciar es la misma. La única solución que creemos, es la educación para que no suceda y la acción directa cuando vemos o escuchamos el primer indicio. La mayoría de las mujeres que fueron asesinadas en el cuadro de femicidio, su victimario fue su pareja, novio, esposo o sus respectivos ex (ex pareja, ex novio o ex esposo), por lo que sabemos que la familia como institución es la que fomenta ésta violencia por autoritarismo patriarcal, digamos la lucha de poder. Entonces, es necesario y hasta obligatorio entender, educar y dejarse educar en la equivalencia de genero para eliminar la violencia sexista de raíz y comprender que en el camino a la libertad, somos todos iguales, sin importar la edad o la orientación sexual: grandes, chicos, mujeres, varones, homosexuales, lesbianas, transexuales. Por eso, frente a la violencia domestica, ya sea física o verbal, no debemos ser cómplices con el silencio. Debemos romper con el mito de que es un problema privado y los demás no debemos meternos, eso no es así, porque el patriarcado es una modalidad impuesta por la sociedad y quienes se ven favorecidos, entonces es la misma sociedad la que lo debe destruir.
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