Para que estalle un conflicto gremial en
el espacio de trabajo no es necesario esperar a ver como se dan los sucesos
solamente sino proponer el cambio de rumbo o la alternativa diferente a tiempo.
Nadie mas que los laburantes sabemos como joder al patrón para conseguir que se
cumplan nuestros reclamos, la chispa creativa de la acción directa sale de las
ganas reales de tomar las riendas de nuestras vidas y la búsqueda de soluciones
por medio de acciones legales, sale como producto de la desidia de delegar
nuestros problemas para que los solucione otro. Muchas veces no queda otra que
utilizar este camino, pero no debemos olvidar que no vamos a desarmar nunca el
castillo donde descansa el opresor, con las herramientas que él nos da.
Los últimos
momentos de la lucha que venían manteniendo los trabajadores de RBI, la ex fabrica
de Robert Bosch, fueron desmotivantes, en cuanto al atropello recibido por
parte de la patronal en complicidad con la policía y disfrutando del apoyo de
barras de la hinchada de Chacarita que entraron a la fabrica a desalojar a los
laburantes que luchan por sus trabajos que el patrón Pablo Rojo les arrebató
inmerso en sus especulaciones financieras. Según una declaración de ingresos,
ésta persona ganaba 2 millones y medio de pesos al mes, a cambio de vaciar la
fabrica como lo hizo con Argelite. Fue ministro de economía de Menem y estuvo
en el timón del banco hipotecario.
Por
la duración que viene desarrollando el conflicto, muchos trabajadores debieron
buscar otras ocupaciones para mantenerse y las permanencias no eran numerosas,
por lo que les fue fácil echarlos. Pablo Rojo no solo no sufrió la crisis que
él mismo generó en la fabrica sino que tiene ingresos como para pagarle a la
barra de mercenarios, para pagar la liberación de la zona en el momento del
desalojo y los adicionales a los efectivos policiales que se apostaron tanto
adentro como en la puerta para reforzar el atropello. El oficialismo entró en
la escena como para figurar nada mas, y los partidos políticos que hablaron
ansiosos como si el conflicto hubiera empezado hacia unos días, proponían cosas
irrisorias como la creación de un fondo de huelga como hizo la CCC, que para
los trabajadores que a casi dos años de estar sufriendo deudas parecía una cargada;
un corte en Gral. Paz, como propuso la CTA, que parecía una buena idea hasta
que nos dimos cuenta el día del corte que éramos 30, leamos que si una organización
propone un corte es porque cuenta con gente para realizarlo; rechazando por
completo la toma nuevamente de la fabrica porque lo veían peligroso. Los
anarquistas tuvieron que ser catalogados como patoteros por proponer la toma
nuevamente de la fábrica cuando el patotero es Pablo Rojo que publicó el desalojo
en la página web de noticias de San Martín, demostrando que la justicia se
aplica a los pobres y no a los ricos. Es entendible que los laburantes planteen
las vías pacificas o legales si no cuentan con fuerzas para conseguir el
ingreso, pero la ultima astilla en el talón fue la traición de uno de los
trabajadores que no buscaba lo mejor para ellos sino un triunfo personal dentro
del partido ya que era dirigente del PCR, ésta persona hablaba por todos y
muchas veces lo hacia en representación a ellos dado que muchas cosas no las habían
debatido en asamblea. Fue el encargado de dilatar los tiempos y proponer
acciones con semanas de diferencia cuando estaba el cerdo y sus lacayos en la fábrica.
Decía que quería dejar un precedente cuando ya hay más de 500 precedentes y
casi 3000 conflictos en este momento. Llegar a las puertas del ministerio de
trabajo de provincia y que le digan que no hay nadie bastaba para seguir
nuestro camino. Pero cómo puede ser que no haya nadie si fuimos en horario
laboral? Está claro que siempre hacen eso, pero llegar al ministerio de trabajo
de nación para que la policía nos pregunte si vamos a hacer algo porque el cordón
policial sufría calor era una gastada y que encima el dirigente les cuente la
agenda y hasta se pasen los teléfonos para avisarles a que nos vengan a golpear,
ya era demasiado. Los mismos trabajadores mostraban su malestar y no contento
con eso, reconocemos a uno de los efectivos que había estado el día del
desalojo y al echárselo en cara, respondía a nuestras preguntas tartamudeando.
La cantidad de manoseo que sufrió el conflicto hizo que se pierda la unidad y
la motivación por la lucha y muchos trabajadores también se abrieron. En esos últimos
días, un grupo de jóvenes del PTS organizó un campeonato de futbol en el Parque
Sarmiento para agrandar el fondo de huelga a favor de los laburantes
desocupados quienes aun continúan las negociaciones con los soretes del poder
para recuperar lo hoy debe ser un galpón vacío.
Es
curioso ver cómo los trabajadores utilizaron las acciones legales y perdieron todo
y cómo el patrón se salió con la suya por otras vías.
También
es curioso ver como gente del barrio, vecinos, pobres que defienden los
intereses del que pague, se ofrecen a desalojar y quitar el laburo a gente del
mismo barrio, vecinos, pobres que defienden su fuente de empleo. Por eso son
mercenarios. Porque sin ellos, el burgués no podría haber hecho nada.
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