miércoles, 30 de mayo de 2012

Explotación Infantil

 En estos tiempos donde el capitalismo se apoderó de todo lo que se mueve y lo que no, cómo no lo vamos a culpar en casi su totalidad (la otra parte se la debemos a sus sirvientes y demás pequeños burgueses), de la existencia de explotación y trabajo infantil.


N
o solo se come tan mal que nos acostumbramos a ver el jugo en polvo, el sabor en cubos, el olor de comida pútrida en los andenes de los trenes sino que si se quiere comprar verdadera comida sale una enormidad; ésta ambición descontrolada de facturar, provoca la ambición descontrolada de consumir, entonces le pusieron precio a la vivienda, al agua, a los alimentos y a las mismas personas. Ahora no solo los precios bajos esconden explotación.
Cuanto mas ignorante y sumisa sea la persona, mejor servirá para no quejarse por los malos tratos, las extensas jornadas de trabajo precario, el mísero (o a veces inexistente) sueldo y cuanto mas pequeña de contextura física, mejor podrá cruzar los estrechos juncos de grandes plantaciones para su recolección, rodeados de roedores, enfermedades, pesticidas y herbicidas; mejor se podrá meter en los apretados túneles de las minas para la colocación de explosivos o para el trabajo minero en si, mejor podrá pisar sobre los ladrillos sin quebrarlos y apilarlos para su distribución en los inmensos ladrillares y así podríamos seguir, porque también se encuentra explotación infantil en el rubro de la costura y en otros sectores no denominados trabajos como los que consiguen “diamantes de sangre”, la prostitución o la mendicidad, controlados por grandes redes de trata de niños, en complicidad y colaboración de los gobiernos y las fuerzas de seguridad que fomentan estas redes porque se ven favorecidos económicamente por ellas. Es decir, el dinero vale más que las personas, pero a su vez, unas personas valen más que otras. Una aberración. Éste pensamiento está totalmente errado y debe ser revertido si queremos vivir en armonía y verdadera libertad. Una campaña publicitaria que recauda millones que nadie sabe a donde van, no puede ser el disparador de esta lucha, la debemos hacer día a día. Porque si bien el 70% de los niños y niñas explotadas del mundo están en el rubro de la agricultura, no pasamos muchos días sin ver niños cartoneros, mendigos o vendedores ambulantes o los hijos del obrero que acompañan en las obras o en los talleres y demás lugares de trabajo.
Entendemos de sobremanera que el mejor oficial es el que tiene mas experiencia en el oficio y que cuanto mas chico, mas rápido se aprende, pero ésta educación no debe ser obligada por nadie, el chico puede aprender el oficio que sea si es ésa su voluntad y lo hará durante el tiempo que sea necesario para poder desarrollar bien su educación y crecimiento de manera saludable, no para su producción. Tampoco se debe quitar al niño el sustento económico sino ésta actitud provocará que el mismo elija trabajar en vez de estudiar o jugar, que es lo que tiene que hacer un niño.

Su elección debe ser en plena libertad y no obligada por saturación. No hay que creer en las leyes porque las mismas están para romper, y los únicos que pagamos su incumplimiento somos los pobres, por eso, no implica nada que traten de regular el trabajo infantil con un reglamento sino que debemos trabajar para cambiar esta idiosincrasia y nuestras mejores armas son la educación y la acción directa. Si le damos una moneda a un pibe que pide en la calle, fomentamos que mañana vuelva a salir y así sucesivamente, porque esa no es la manera de sacarlo de la miseria, sino de mantenerlo en ella.
Muchas personas se vuelven vegetarianos o veganos por dejar de mantener un sistema de producción desmesurado de explotación contra los animales pero al incrementar su consumo de vegetales o granos, también colaboran con la explotación infantil, por eso, no importa lo que comamos, esa es nuestra libre elección y se relaciona con nuestro grado de impresión frente a las salvajadas de la burguesía, sino que lo que importa es que lo que comimos fue parte de un proceso de producción manipulado por el capitalismo que nos vacía por dentro, y contra el capital es nuestra lucha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario